Mo Yan, Premio Nobel de Literatura 2012 |
El sector editorial chino, que estuvo a
punto de desaparecer en el año 2000 y que apenas dos años después contabilizaba
una exportación literaria por cada quince extranjeras, levanta cabeza para
situarse como un sector competitivo a nivel internacional.
A principios de 2011, la ICBC otorgaba
un total 9.100 millones de doláres en préstamos a la Administración General de
Prensa y Publicaciones (GAPP), con el fin de mejorar los servicios financieros
en apoyo a las empresas culturales del país asiático. Significativamente, la
relación de importación/exportación mejoró cuantitativamente pasando de 15 a 1
en 2002 a, 1 a 1 actualmente. Por su parte, el director de GAPP, Liu Binjie,
informó a sus delegados en el congreso anual de este mismo año que los
objetivos fijados hace 10 años se han logrado “según lo previsto”.
Tras conseguir que la GAPP
tuviese unos cimientos económicos sólidos, el triunfo de Mo Yan como Premio Nobel
de Literatura ha significado la recompensa al esfuerzo de un país, por
conseguir que la literatura moderna china se sitúe como un referente a nivel mundial. Lu Jiande, director del Instituto de Literatura de la Academia
China de Ciencias Sociales elogió públicamente al Premio Nobel y su contribución
a la literatura China.
Hoy 15 de Noviembre se celebra
el Día del Escritor Preso, en China como en otros países de represión literaria, se recuerdan a aquellos autores encarcelados por publicar textos críticos con
el régimen. Por su parte desidentes chinos, critican duramente el Premio Nobel
de Literatura ya que consideran que el escritor Mo Yan está “politizado” y que
supone un lavado de imagen tras la detención en 2009 de Liu Xiaobo, galardonado
Premio Nobel de la Paz en 2011. Liu ha sido condenado a 12 años de prisión por
firmar la Carta 08 por la cual el gobierno chino entiende que “incita a la
subversión contra el poder del Estado”.
Sin embargo, Mo manifestó, tras
obtener el Premio Nobel, que tenía esperanzas de que Liu pudiese recobrar su
libertad muy pronto. Aunque se espera que vuelva a acordarse de su compatriota
en el discurso del Nobel en Oslo el mes próximo. Mo Yan ha sabido adaptarse al régimen chino y
moverse en el hilo de la censura sin cruzar el límite. Actualmente, es el vicepresidente
de la asociación oficial de escritores.